Cecil Konijnendijk, investigador: "Las personas más felices ven al menos 3 árboles desde su casa"

Muchas personas se pasan toda la vida buscando la felicidad y pensando que solo la alcanzarán cuando consigan ciertas cosas: seré feliz cuando encuentre el trabajo ideal, me compre la casa perfecta o conozca a mi pareja soñada. Sin embargo, la felicidad no es una meta a perseguir, es un estado interior que debemos ir cultivando en nuestro presente.

La felicidad es una forma de estar y de mirar la vida, incluso cuando las situaciones que nos rodean no son perfectas. La felicidad está en saber disfrutar de las pequeñas cosas: tomarte un café tranquila, observar un amanecer en silencio, una risa inesperada o sentir el aire fresco al abrir la ventana. Cuando dejas de perseguirla y te permites habitar el momento, la felicidad se vuelve más accesible, más real.

Sin embargo, aunque la felicidad sea un estado interno que logramos en el día a día cuando estamos en el presente y que depende cien por cien de nosotras y no de factores externos, muchos investigadores, como el holandés Cecil Konijnendijk, tras varios estudios, han llegado a la conclusión de que el estar en contacto con la naturaleza también ayuda a alcanzar esa felicidad plena.  "Aunque cada ciudad es diferente y es difícil establecer objetivos universales, el estado actual de la investigación y la urgencia de reverdecer nuestras ciudades me han llevado a proponer una nueva regla general: la regla del 3-30-300.", comenta el autor antes de explayarse en la temática.

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¿Ves 3 árboles desde casa? Entonces estás más cerca de la felicidad

¿Cuántas veces has ido al campo, a la montaña o a la playa y has vuelto a casa relajada, calmada, con buen humor y con las pilas cargadas? Seguro que siempre te has sentido así porque nuestro cuerpo y nuestra mente están diseñados para convivir con lo natural: la luz del sol, el aire fresco, el verde de las plantas y el sonido del agua activan zonas del cerebro relacionadas con la calma y el bienestar. "Las investigaciones recientes demuestran la importancia del verde cercano y visible para la salud mental y el bienestar.", detalla el holandés.

Numerosos estudios han demostrado que pasar tiempo en entornos naturales reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y fortalece nuestro sistema. Incluso breves momentos al aire libre, como caminar por un parque o cuidar una planta en casa, pueden generar una sensación de paz y plenitud. En definitiva: estar cerca de la naturaleza nos hace más felices porque nos devuelve al equilibrio. 

 Ya sea desde la terraza, el jardín o alguna ventana, si ves 3 árboles desde casa es muy beneficioso para tu estado de ánimo

Con todo lo anterior, y tras muchos años de investigación y análisis, el investigador y  escritor Cecil Konijnendijk, publicó en su estudio 'The 3-30-300 Rule for Urban Forestry and Greener Cities', recogido del portal web ResearchGate, que cuando podemos disfrutar de la naturaleza desde casa y la sentimos cerca, nuestra felicidad aumenta y nuestro estado de ánimo mejora. Por eso, el holandés recomienda que estemos envueltos constantemente de naturaleza y su mayor objetivo es convertir las ciudades en auténticos pulmones verdes.

Para conseguir la felicidad a diario, Konijnendijk recomienda que pongamos en práctica su regla del 3-30-300:

1. Ver 3 árboles desde casa

Según Cecil, ver tres árboles desde casa, ya sea desde una ventana, un jardín o una terraza, influye muy positivamente a nuestro estado de ánimo ya que, de una forma u otra, nos acerca a la naturaleza. Es decir, observar árboles y espacios verdes desde casa ayuda a estar bien emocionalmente. "Todo ciudadano debería poder ver al menos tres árboles (de un tamaño decente) desde su hogar.", dice y agrega: "Las investigaciones recientes demuestran la importancia del verde cercano y visible para la salud mental y el bienestar."

2. Cada barrio debe estar cubierto un 30% por árboles

Para lograr la felicidad, el investigador también recomienda que cada barrio esté cubierto un 30% por árboles, lo que equivaldría a casi un tercio de la zona de residencia. Esto nos ayudaría a mejorar nuestras emociones, a respirar con menos contaminación, a disfrutar de un clima más regulado y también fomentaría los vínculos con nuestros vecinos ya que saldríamos más a la calle. "El 30 % de cobertura de copas de árboles debería ser un mínimo a nivel de barrio, y las ciudades deberían aspirar a cifras aún más altas siempre que sea posible.", explica el escritor.

3. Tener, como máximo, un parque o bosque a 300 metros de casa

Por último, Cecil también apunta que es muy beneficioso tener un parque, un bosque o jardín a 300 metros de la casa, lo que equivale a tener un espacio verde a unos 5 - 10 minutos andando a pie desde nuestra propia vivienda. 

Necesitamos estar envueltos constantemente de naturaleza y con la regla del 3-30-300 de este investigador es muy fácil conseguirlo

"Los bosques urbanos proporcionan una amplia gama de beneficios esenciales. Los desafíos globales actuales, como el cambio climático y la degradación ambiental han aumentado la conciencia sobre la importancia de los árboles urbanos y los espacios verdes.", cierra el experto.

Cómo hacer que tu casa tenga más contacto con la naturaleza

Además de las recomendaciones que Cecil nos ha dado anteriormente, también existen otras formas más sencillas de llevar la calma de la naturaleza al interior de tu hogar, sin necesidad de depender del exterior ni hacer grandes reformas. Es tan fácil como realizar estos pequeños cambios conscientes:

Aprovecha la luz natural

Abre cortinas y ventanas cada mañana para dejar entrar la luz del sol, ventilar los espacios y renovar el aire. La luz natural mejora el estado de ánimo y conecta visualmente con el exterior.

Integra plantas en tu decoración

Coloca plantas en diferentes rincones de la casa, aportan vida y purifican el aire. Por ejemplo, puedes usar cactus o suculentas en estanterías, helechos en el baño o una monstera en el salón.

Las plantas añaden vida a los espacios a la vez que purifican el aire

Elige materiales naturales

Los materiales que emplees en tu casa también importan. Lo ideal sería que optaras por muebles de madera, textiles de lino, de algodón o de lana, detalles en piedra o en cerámica, accesorios de mimbre, etc. Los materiales naturales aportan calidez visual y una conexión directa con la naturaleza.

Crea un rincón verde en tus exteriores

Si tienes en casa algún espacio exterior, como una terraza, un balcón o un patio, conviértelo en un oasis decorándolo con macetas con flores, trepadoras o aromáticas.

Difunde esencias naturales

Usa difusores para difundir por tu hogar aceites esenciales con aromas naturales y sin químicos, como lavanda, pino, eucalipto o cítricos, como la bergamota, la naranja o el limón, que te ayuden también a subir la energía.

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